miércoles, 22 de septiembre de 2010
PUNTO DE VISTA
22:26 | Maquinado por
Zalo |
Editar entrada
Nuestra primera imagen es la de una ciudad por la noche. Estamos a una altura considerable, por lo que vemos el resplandor de la vida nocturna que fluye por sus calles. Podemos deducir que se trata de una ciudad de un tamaño notable ya que no logramos ver sus límites. Mientras nuestra visión se aproxima a la altura del suelo, empezamos a distinguir con mayor detalle la gente que la habita.
Nos llama la atención un edificio, donde una solitaria ventana muestra signos de actividad. Nos acercamos para ver mejor. Vemos a un joven sentado frente a una mesa con un teléfono en la mano. Tiene el semblante dubitativo, no sabemos si espera una llamada o está por realizarla. Claro, él no puede vernos. Somos simples observadores imparciales. Deberíamos seguir con nuestro viaje, pero algo nos retiene en esta habitación. Curiosidad o la leve sospecha de que algo interesante podría suceder. Nos disponemos a ver con un poco mas de detalle el lugar. Es una habitación común, sin nada que la distinga. Un televisor muestra imágenes que nadie ve. Un par de fotos cuelgan de la pared, podríamos suponer de familia y amigos, pero las fotos son viejas, están gastadas. En la mesa hay desperdigados varios sobres de cartas, una botella de whisky y un cenicero repleto de colillas. Volcamos de nuevo nuestra atención al joven y observamos que él se decide y comienza a pulsar las teclas del teléfono. Intenta comunicarse con alguien, pero sin éxito. Podemos ver que por la cara del muchacho unas lágrimas ruedan por sus mejillas hasta caer en la hoja frente a él. No distinguimos su letra, no entendemos su significado oculto. Mientras intenta nuevamente realizar la llamada, él prende un cigarrillo. De nuevo, la comunicación se trunca. Con furia, el joven estrella el teléfono contra la pared en un arrebato de impotencia y se enfoca en su hoja manuscrita. Entenderíamos mas la situación si pudiéramos leer su contenido, pero nuestro conocimiento del idioma es casi nulo. Solo presuponemos los acontecimientos y sus significados en base a los gestos de nuestro observado. ¿Mal de amores? Ha terminado de escribir su carta. ¿Despecho? Se levanta decididamente y se dirige al balcón. ¿Escapa de algo? Se inclina sobre la baranda. ¿Qué es lo que lo perturba? Desaparece de nuestra vista. Al parecer no lo sabremos. Sigamos nuestro viaje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Blog Archive
About Me
“Haz todo lo que está en tu poder para que sea de nuevo posible lo que es provisionalmente imposible, pero de lo cual todo humano es declarado axiomáticamente capaz”
Alain Badiou
DISCUTEN EN MI BIBLIOTECA....





0 Criticas Constructivas:
Publicar un comentario